Al sonido de la trompeta celebramos hoy 7 de septiembre de 2020 el primer aniversario de la Radio y Televisión 7 Estrellas de David en Managua, Nicaragua, transmitiendo vía online hacia todas las naciones, por mandado de Dios.
Contra todo pronóstico este proyecto radial y televisivo está en victoria, por misericordia y gracia de nuestro Padre Celestial bañando a todas las naciones con la palabra del señor.
El proyecto fue revelado en julio (mes siete) del 2007 al director Juan José Membreño, mientras enviaba versículos de la biblia por medio de mensajes masivos de texto y el eterno le habló con voz audible: “y si montaras una radio cuántos de mis hijos vendrían a mis pies”.
Esta palabra quedó resonando en el pensamiento de este siervo, pero su vida aún no estaba ordenada en el señor, solo visitaba la iglesia.
Ofreció la idea de montar la radio a muchos pastores, quienes se negaron al proyecto, más el Pastor Juan José no había comprendido que el proyecto del reino le fue asignado a él y nadie más lo iba a desarrollar. “Así funcionan los negocios del Padre” han explicado muchos siervos de Dios al ahora director de la Radio y TV 7 Estrellas de David.
“Todos los pastores me decían que eso era casi imposible para quien no tiene dinero porque la instalación es carísima, sin embargo siempre tuve la inquietud”, expresó el Pastor Membreño.
Dios puso orden
Fue hasta en el 2018, después de muchos procesos en la vida de Juan José y su esposa Martha Vásquez, Dios los trajo a sus pies en el 2018 usando a la sierva María Esther Solís Salguera, quien realizó una media vigilia en casa de habitación de este matrimonio a petición de Membreño.
Luego los invitó a la Iglesia Bethel del Ministerio Voz de Dios, ubicada en barrio Camilo Ortega de Managua, donde Dios mandó a la pareja a congregarse hasta hoy.
En esa iglesia aceptaron a Dios como su único salvador, mientras en el país pasaba una convulsión social. Luego se bautizaron junto a su hijo mayor Gabriel Alejandro Membreño Vásquez. El 18 de agosto de ese mismo año se casaron con la bendición sacerdotal del Apóstol Ernesto Salazar.
